viernes, 3 de abril de 2009

higueras en el paraíso


en esa casa de paredes naranjas
pájaros encantados trinaban

éramos desde la premura
y el canto
entre los patios y esas
habitaciones

paredes naranjas
y la higuera ahí
dos en la necesidad
del tiempo que se deshilachaba
aquello revive y no pregunto
si algo queda de esa casa



no hay higueras en el paraíso

atravieso el naranja de la tarde
dibujo con mis manos el perfil de ese tiempo
encuentro que la fórmula del hacer
es escurridiza y críptica

un libro en mis manos dice:
“no hay higueras en el paraíso”
y disiento

en mi destierro